El mar. Mirando al mar, mirando a aquel horizonte de aguas cristalinas, aquel efecto eterno, que pocos saben la magía que posee. Me pregunté. Dime si no es verdad que en tu ausencia se esconden graves desgracias & estúpidos accidentes, dime si no es cierto que todo lo que no tocas se rompe en mil pedazos, pero que a tu paso todo son victorias & gritos de alegría. A tu encuentro acuden los afortunados, pero a mi ya no me hallarás entre ellos. Implorandole al cielo, estaba yo.. En aquella playa, en aquella playa de mi vida. Una voz me respondío, en ese momento no sabía si su esencia venía del mar, o tan sólo era mi propía voz interna, mi propio ego tratando de sobrevivir de mis propias cenizas, de esas cenizas que habias dejado. Levanté la mirada, & recapacité. Nunca me quejaré de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente yo he hecho lo que quería en mi vida. Acepte la dificultad de edificarme a mi mismo & el valor de empezar corrigiéndome. Si, El triunfo de la verdadera mujer que surge de las cenizas de su error. Nunca me quejaré de mi soledad o de mi suerte, la enfréntare con valor. De una manera u otra es el resultado de mis actos &.. prueba que tú siempre has de ganar. No me amargaré de mi propio fracaso ni se lo cargaré a otro. No seguire justificándome como un niño. Recordé que era buen momento para comenzar, & que ésta era la causa de mi futuro, de mi presente & de mi pasado. Acepte la situacion. Aprendí a nacer desde el dolor. Superaré los grandes obtaculós. & NO, NO DEJARÉ QUE TU VUELVAS A METERTE EN MIS PLANES. Yo soy parte de la fuerza de mi vida, Me despierto, lucho camino, Decido y así triunfaré en la vida.

Abrí los Ojos, mire al Horizonte. Sonreí, mientras ví como los recuerdos, tús recuerdos, se evadían en el mas allá.